Es un martes
cualquiera. Son las 22.50 de un día cualquiera en una ciudad cualquiera de
Castilla y León. No es un día feliz. No lo es. Y hay 380 motivos para demostrar
tal hecho.
Suena la
lluvia golpeando el cristal de la ventana. El viento azota. Y no sólo en la
calle. Aquí dentro también. Incluso ahí, ahí dentro.
Aunque escogida,
la soledad se hace dura. Dejar tu casa, tu familia y todo lo que te ha
pertenecido durante 25 años, es complicado.
Esta chica
cualquiera en una ciudad cualquiera tiene todo lo que siempre soñó: un trabajo
que le gusta, una familia y unos amigos que la apoyan y la tan
ansiada independencia.
Pero todos
los caminos tienen piedras que hacen que te duelan los pies y que incluso te
tropieces. En el mejor de los casos, hay alguien que va a tu lado y te
sostiene. Pero el daño ya te lo has hecho igualmente.
Toda decisión
tiene su coste de oportunidad. Decidirte siempre llevará consigo una
equivocación. Y esa chica cualquiera en una ciudad cualquiera, eligió arriesgar
y perder al mismo tiempo.
El partido
aún no ha acabado, pero el señor colegiado está poniendo muy cara la victoria. Dejar
a tus mejores jugadores en el banquillo y querer ganar el encuentro se antoja
imposible.
Elegir es
perder.
Recuerda que sino lo intentas nunca ganas. Y sobre todo recuerda que echarte atrás no significa perder. Mucho ánimo salmoreja.
ResponderEliminarBueno, una retirada en este caso sabría a derrota. Pero bueno, es sólo un bajón momentáneo. En breves estaremos a tope como siempre.
EliminarGracias, Maisu ;-)