lunes, 19 de noviembre de 2012
¿Nos presentamos?
Hola. Me llamo Ana Isabel. Odio mi segundo
nombre. Mis apellidos son de lo más comunes. Me gusta oír llover y las tostadas
con mermelada de fresa. No soporto el toreo y me puedo pasar toda una tarde
pegada al ordenador. Me encantan las tardes de domingo. Y ver cualquier deporte
en directo. Pasear sola. Jugar al trivial. Y las tormentas de verano que te
pillan desprevenida. Odio la falsedad, el oportunismo. Adoro Bilbao. Me
fastidia que entren sin llamar. Regar las plantas. No puedo pasar un día sin
escuchar música. Ni quiero. Me arrepiento de muchas cosas. Evito echarme la
culpa. Me encantan los ojos verdes. No me gustan las ferias de verano. Odio el
sabor del café, pero me encantan los caramelos. No tengo mascotas, ni quiero.
Tengo sueños. Metas. Ilusiones. Ganas. Mi color favorito es el rojo. Soy rara.
Y a la izquierda. Lo más normal que puedas encontrarte. No me gusta el otoño.
Ni los martes. No tengo ídolos, pero soy fanática. El mejor regalo que tengo es
mi hermano. Disfruto hablando de fútbol. No podría vivir sin Internet. No tengo prototipo
de chico ideal. Me encantan los idiomas. Todo lo relacionado con la cultura
vasca. Soy rencorosa. Y egocéntrica. Humilde a la vez. Me gusta vestir de negro.
No me gustan las modas, pero me acabo uniendo a ellas. Me relajo mirando por la
ventana. Y paseando bajo la lluvia. Creo en Dios. Soy demasiado enamoradiza.
Inocente. Ilusa. Soy algo vaga. Cojo confianza pronto. Si me la das, soy
extrovertida. Confío en todo el mundo. Duermo sin pijama. Me encanta el pollo
asado. Y los complementos de ropa. No llamo la atención. He soñado que besaba a
Fran Yeste en el círculo central de San Mamés. No me gusta hacer colas. Tengo
defectos. Muchos. Y virtudes. Otras tantas. Me encanta hablar por teléfono. Me
cuesta llegar puntual a los sitios. Adoro a mis primos. Me gusta conocer gente.
Y conocer mejor a la que ya conozco. Me interesan la política y la economía. No
suelo jugar a las cartas. Soy frágil. Me gusta la playa. Y ver fotos antiguas.
La Coca-Cola light. Me encantaría cambiar el mundo. Soy feliz con poco. Me
motiva tener a un estadio entero en contra. Y que me canten “Que viva España”. Lloro por cualquier
cosa. Me gusta ir al cine. Y a conciertos. Y los museos de arte contemporáneo.
Me cuesta ahorrar. Dicen que me parezco mucho a mi madrina. Me hubiese
encantado conocer a Marilyn. Y a mi bisabuelo. Me gusta cocinar. Y comer, más.
No tengo “mejor día de mi vida”, pero recuerdo muchos como especiales. Adoro la
plaza de las Tendillas. Y la leche condensada. Manolo García. Su poesía. Sueño
despierta. No me gusta leer, pero no puedo pasar un día desinformada de lo que
pasa en el mundo. Odio el amor no correspondido. Y los mensajes inoportunos de
Vodafone. Me encanta recordar momentos bonitos. Y que después de taparme los
ojos, me digan: ¿Sabes quién soy?, cuando lo sé perfectamente. Contar secretos
y que me los cuenten. Las llamadas inesperadas. Que me despierten con un beso y
que me arropen por la noche. Odio a gente sin tener una buena excusa. Y lo
siento. Mi futuro está lejos de aquí. No he conocido aún a mi príncipe azul.
Pero sí me he enamorado. No puedo vivir sin la ilusión de ver a alguien
especial. Me acuesto más tarde de lo que debería. Soy fría a veces. Me gusta el
tomate natural con sal. Y la cuajada del Día con mucho azúcar. He visitado
ciudades preciosas, pero me queda un mundo por conocer. Lloré cuando pisé por
primera vez La Catedral. Mi tío me ha transmitido casi todos sus gustos. Tengo mejores amigos.
Pero no mejores enemigos. Nunca me acuerdo de lo que he soñado. Me encanta
hacer el tonto. Y cantar bajo la ducha. Bailar en mi habitación. Posar ante los
espejos. Y echarme fotos. Me encantan las llamadas sólo de mi hermano después de cada partido del Athletic. No me da miedo la muerte. Me encanta la soledad elegida. Y
pasear escuchando música. No me gustan los carnavales. Pero mi vida, a veces,
es un carnaval. C’est fini. Por ahora.
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