Os voy
a contar algo, aunque creo que no os voy a descubrir nada nuevo: las relaciones
son jodidas. Perdón, complicadas. Difíciles. Complejas. Hay que ser constante. Disfrutar
los buenos momentos y sobrevivir a los no tan buenos. Puedes estar
enamoradísimo y tener momentos en los que preferirías que tu pareja se
esfumara. Y no, el amor no es eterno. El amor sólo es eterno mientras dura. Así
que es posible que tú, el que está tan enamorado de su novia y sube fotos todos
los santos días a Instagram Stories, mañana, pasado o el mes que viene, lo
dejes con ella. Y lo dejes tú. Y no pasa nada. Es la vida. La vida también son
esas relaciones que dejamos. La vida es toda
esa gente que pasa por nuestro lado. Que se queda o que se va (A Dios gracias). Pero habrá
alguien que nunca nos dejará, con quien no podamos cortar por muchas ganas que
tengamos y, muchísimo menos, dejar de seguir en cualquier red social. Y esa
persona es, ni más ni menos, tú mismo.
Yo os
venía a hablar de amor propio. Os venía a hablar de lo importante que es
quererse. Lo importante de exigirse a uno mismo sin caer en el fallo de
sabotear nuestras propias vidas. De disfrutar de los días en los que estemos a
gusto con nosotros mismos y de querernos aún más cuando estamos insoportables. Pero,
mira, no voy a hacer un misterwonderfulismo porque el positivismo por doquier
me desespera un poco. Así que no lo haré.
#ElChicoQueMeGusta
pasa de mí. No me hace caso. Qué le vamos a hacer. En otro momento de mi vida le
echaría la culpa a los kilillos que he cogido desde hace unos meses, a esos 15
cm de menos que me hacen poco esbelta o a estos gustos raros que tiene una. Pero no, a
estas alturas no. No voy a autosabotearme. Porque el problema no es mío. Ni suyo,
vaya. (No le podemos gustar a todo el mundo. No somos una croqueta, que dirían
por ahí). Yo, con mis veinticinco mil trescientos veintiocho defectos, soy una
tía top. Aunque no lo sea para el jodido #ChicoQueMeGusta. Porque al final esto
no depende de a quien tengamos detrás. No depende de que tu Whatsapp o los
privados de Instagram estén echando humo (Aunque sea divertido, todo sea dicho).
No. Depende de que tú te consideres una persona plena. Una naranja entera.
Pues
eso, lo que os iba comentando, que las relaciones son jodidas. Y la que tenemos
con nosotros mismos es, posiblemente, la más complicada que tengamos a lo largo
de nuestra vida. Y yo, afortunadamente, últimamente estoy en mitad de una relación
perfecta. Aunque #ElChicoQueMeGusta no me haga ni caso ;)
De verdad que lo siento mucho. Pensaba que me seguías el juego. Soy un imbécil. Te pido mil disculpas por la bromita. No tenía intención de que fuera más que eso, una broma. Saludos
ResponderEliminarQué juego te voy a seguir? Juego te seguiría si supiera quién eres, si tuviera opción a contestarle a "alguien"... Al principio me hacía gracia. Si supiera quién eres seguro que no tendría inconveniente incluso en contarte quién limpia mi casa. Pero me estás acojonando y eso deja ser un juego.
Eliminar